lunes, 18 de mayo de 2009

Capablanca contra un marciano


Dicen las malas lenguas que Capablanca, en su temprana edad, estaba bajo la sombra de un gran árbol, analizando unas partidas como entrenamiento para su match con Corzo, en Cuba, cuando de pronto se le aparece una figura desconocida preguntándole que estaba haciendo. Sorprendido, respondió que analizando unas partidas de ajedrez. El marciano, inteligente, se interesó por el juego y le pidió que le enseñara. Capablanca, entonces, fue poco a poco haciendo comprender al desconocido las reglas del mismo y la última indicación fue: "cuando un peón llega a la octava fila, se puede pedir cualquier pieza".
No tardaron mucho en jugar una partida, y la misma fue dramática, hasta que llegó la siguiente posición:

Le tocaba jugar al blanco y realizó el movimiento 1.Rc2, amenazando mate inevitable. José Raúl saboreaba el triunfo, pero el marciano impávido, jugo 1... h1=REY!!.

El gran Capa pegó un salto.
-- NO! No se puede
-- Pero Ud. me dijo que se podía pedir cualquier pieza!, replicó el marciano.
José no tuvo más remedio, luego de discutir, que seguir la partida con esa regla y analizó que 2.Ad4 daba mate a un Rey Negro, pero el otro quedaba ahogado, y era... TABLAS!!!
Entonces, haciendo un esfuerzo sobrehumano, pensó largo tiempo y encontró la siguiente continuación: Jugo 2.a8= REY NEGRO!!

Fue entonces el marciano quien protestó, pero las reglas eran ya claras ("... se puede pedir cualquier pieza"), y había que aceptarlas, jugó entonces ... única! - 2. ... Rb8 - el blanco jugó - 3. h7 - nuevamente el negro tiene única -3. ... Ra8 - entonces al gran Capa le brillaron los ojos, había analizado bien - jugó - 4.h8=D - y MATE A LOS TRES REYES NEGROS!!.
Grande Capablanca, hasta en las historietas.